“Explora nuestra colección de proyectos inspiradores que celebran la diversidad, fomentan la corporeidad, promueven la socioemocionalidad, cultivan la empatía, aplican principios de neurodidáctica y destacan el arte para un aprendizaje integral y transformador.”
Proyectos NeuroArtKids
Proyectos externos
Maestro Alex Rubio
Pedagogia del Loto
Desde muy pequeña, a una niña le diagnosticaron discapacidad cognitiva y autismo, entre otras condiciones. Según los especialistas, su futuro parecía incierto y se preveían grandes dificultades en su desarrollo. A medida que crecía, desarrolló ansiedad social y otras complicaciones. Los primeros años fueron especialmente desafiantes, pero con el apoyo incondicional de su familia, logró encauzar su proyecto de vida.
A lo largo de su vida, la niña escuchó innumerables veces la palabra “no”: no podrás aprender a leer, no aprenderás con facilidad, no lograrás independencia, no te desarrollarás profesionalmente. Sin embargo, con el respaldo de su familia, comenzó desde muy pequeña un proceso de descubrimiento para encontrar las herramientas necesarias que le permitieran decir “sí” a sus sueños. Se buscaron múltiples ayudas profesionales, terapias y se tocaron muchas puertas en busca de apoyo interdisciplinar. Se lograron grandes avances y, lo más importante, se descubrió que la solución residía en el propio potencial de la niña. A partir de sus habilidades, se pudieron potenciar sus áreas de dificultad.
Se descubrió que la niña tenía memoria a corto plazo y algunas dificultades derivadas de otros diagnósticos. Poco a poco, en casa se fueron creando ambientes de aprendizaje y acciones pedagógicas enfocadas en la neurodidáctica, la corporeidad, la socioafectividad, el arte, la multisensorialidad y la lúdica. Se diseñaron ambientes personalizados y grupales donde la niña pudiera sentirse segura, protegida y querida. Más allá de todos estos recursos, la metodología creada para ella se basó en la empatía, la emoción más importante para lograr la motivación y cumplir los objetivos.
La situación no fue fácil, pero se lograron grandes avances a medida que la niña crecía. Desde los 3 años, se le preguntó qué quería ser cuando grande y, en medio de un juego, respondió que quería ser doctora. Ahora, con 20 años, está en el sexto semestre de medicina. Aunque con algunas dificultades, ha logrado importantes avances gracias a la perseverancia, el apoyo y las estrategias utilizadas para demostrar que sí se puede
Soy Aura, la mamá de esa niña, y mis estudios, prácticas e investigaciones me han llevado a desarrollar varios proyectos importantes que han ayudado a muchos estudiantes a demostrarle al mundo que los sueños se cumplen. Con el apoyo de la familia y los profesionales, sí se puede, y desde la empatía y el amor, todo se logra. Tal vez, juntas hemos creado un método innovador de aprendizaje que pueda aportar a otros. Nuestra historia de vida demuestra que, aprovechando los recursos más sencillos, podemos vivir y crecer en la resiliencia.